La trocanteritis es una de las causas más frecuentes de dolor en la parte lateral de la cadera, especialmente en adultos mayores. Este problema, que suele deberse a la inflamación de la bursa del trocánter mayor del fémur, puede limitar actividades tan cotidianas como caminar, sentarse o subir escaleras. Por eso, es muy habitual que surjan dudas como “¿es bueno caminar con trocanteritis?” o “¿se puede caminar con trocanteritis sin empeorar la inflamación?”.
La respuesta no siempre es sencilla, porque depende del estado del paciente, la fase de la lesión y la intensidad del dolor. Descubre en qué casos caminar puede ser beneficioso, cuándo es preferible hacer reposo y qué tipo de acompañamiento puede marcar la diferencia.
¿Qué es la trocanteritis y cómo se manifiesta?
La trocanteritis, también conocida como bursitis trocantérica, afecta a una pequeña bolsa llena de líquido (la bursa) situada en la parte externa de la cadera. Su función es reducir la fricción entre el hueso del fémur y los tejidos blandos que lo rodean. Cuando esta bolsa se inflama, provoca un dolor punzante que puede irradiarse hacia el muslo.
Este tipo de dolencia es más común en mujeres a partir de los 50 años, personas con artrosis o quienes han tenido algún traumatismo en la zona. También puede surgir por sobrecarga muscular, sedentarismo prolongado o alteraciones en la pisada.
El síntoma principal es el dolor lateral en la cadera, que suele intensificarse al caminar, dormir de lado o subir escaleras. En algunos casos, incluso se acompaña de sensación de rigidez o debilidad.
¿Se puede caminar con trocanteritis sin agravar la lesión?
La duda sobre si se puede caminar con trocanteritis es muy frecuente entre quienes sufren esta dolencia. Lo cierto es que caminar no está prohibido, pero debe hacerse con precaución y atendiendo a ciertos factores clave.
Fases de la trocanteritis y tolerancia al ejercicio
En las fases agudas, cuando el dolor es muy intenso o reciente, es recomendable reducir la actividad física y evitar caminatas prolongadas, ya que podrían aumentar la inflamación. Durante estos primeros días, el reposo relativo combinado con hielo y antiinflamatorios suele ser lo más adecuado.
Una vez pasada la fase aguda y con supervisión médica, volver a caminar progresivamente puede ayudar a mejorar la movilidad y reducir la rigidez. Eso sí, debe ser una caminata suave, sin prisas y con un calzado adecuado.
Síntomas que indican que deberías detenerte
Si al caminar notas un aumento del dolor, sensación de chasquido, inflamación visible o dificultad para apoyar el pie, lo mejor es detener la marcha y consultar con un especialista. La trocanteritis no debe tomarse a la ligera, ya que si se cronifica puede afectar notablemente la calidad de vida.
¿Es bueno caminar con trocanteritis? Opiniones médicas
Muchos fisioterapeutas y médicos coinciden en que el movimiento moderado favorece la recuperación en etapas avanzadas de la trocanteritis, siempre y cuando se realice sin dolor. El cuerpo humano está diseñado para moverse, y en muchas lesiones musculoesqueléticas, el reposo absoluto puede empeorar la situación.
Beneficios del movimiento controlado
Caminar con cuidado puede ayudar a mantener la fuerza muscular, mejorar la circulación en la zona inflamada y reducir la rigidez articular. También contribuye al bienestar emocional, especialmente en personas mayores que se ven afectadas por la inmovilidad.
Lo importante es adaptar el ritmo y la duración a las capacidades de cada persona. No se trata de caminar una hora seguida, sino de dar pequeños paseos, con descansos frecuentes, por superficies planas y seguras.
Riesgos de forzar demasiado al caminar
El principal riesgo es forzar la cadera y generar una mayor inflamación. Caminar largas distancias, subir cuestas o moverse por terrenos irregulares puede agravar la trocanteritis. También es un error frecuente compensar el dolor caminando con mala postura, lo que puede derivar en otros problemas como dolor lumbar o sobrecarga en la rodilla.
Por eso, antes de iniciar cualquier rutina, es aconsejable consultar con un profesional de salud o fisioterapeuta que indique qué nivel de actividad es apropiado.
Recomendaciones para caminar con trocanteritis sin dolor
Existen algunas estrategias para que caminar con trocanteritis no resulte contraproducente. Lo primero es elegir calzado cómodo, con buena amortiguación y sin tacón elevado. También es recomendable evitar superficies duras y priorizar espacios planos y estables.
Cómo adaptar tu forma de caminar para reducir molestias
La postura es clave. Camina erguido, con pasos cortos y apoyando bien el talón. Evita inclinarte hacia el lado que duele o cojear, ya que eso puede empeorar la sobrecarga.
Los bastones o muletas pueden ser una buena opción durante las primeras fases, ya que permiten descargar peso de la cadera afectada. También es útil alternar periodos de caminata con descansos breves, y nunca forzar si aparece dolor.
Cuándo es necesario buscar atención profesional
Si después de varios días o semanas el dolor no mejora, o si se intensifica al caminar, lo más adecuado es realizar una valoración médica y posiblemente una ecografía. En algunos casos, puede ser necesario aplicar infiltraciones, fisioterapia especializada o incluso modificar el tratamiento farmacológico.
La importancia de la prevención y el acompañamiento en adultos mayores
La trocanteritis puede ser especialmente limitante en personas mayores, ya que reduce su autonomía y aumenta el riesgo de caídas. En este contexto, el acompañamiento y la atención domiciliaria cobran un papel esencial.
Caminar de forma segura en casa o al aire libre
Muchos mayores evitan caminar por miedo al dolor o a una caída. Por eso, adaptar el hogar con pasamanos, alfombras antideslizantes y buena iluminación puede marcar la diferencia. En exteriores, es clave caminar con alguien que pueda asistir en caso de tropiezo o desequilibrio.
Cómo puede ayudarte la teleasistencia en estos casos
La teleasistencia domiciliaria es un recurso muy útil para quienes padecen dolencias como la trocanteritis. No solo ofrece un sistema de alerta en caso de emergencia, sino que también permite que los mayores caminen con más tranquilidad, sabiendo que pueden recibir ayuda inmediata si algo ocurre.Además, muchos servicios de teleasistencia avanzada permiten un seguimiento médico o recomendaciones personalizadas, lo que mejora la adherencia al tratamiento y la seguridad en el día a día.